Los casinos llevan décadas en el epicentro de la experiencia. Al entrar en uno, los visitantes se encuentran con muchos estímulos: luces, sonidos, olores y mucho más. Sin embargo, los operadores europeos han dispuesto tradicionalmente de menos espacio y capital que sus homólogos del Strip de Las Vegas o las IR asiáticas para el entretenimiento. Cuando cada metro cuadrado cuenta y la decisión entre utilizar ese espacio para experiencias de hospitalidad frente a conservar las mesas y máquinas tragaperras principales no es fácil. Aunque se puede considerar la inversión CapEx frente a la OpEx, faltan datos y tecnología en los procesos de toma de decisiones. ¿Debería albergar un espectáculo o una exposición? Lanzar un bar de cócteles inmersivo o una noche de cabaret. Cuando las grandes experiencias con IP sólidas pueden fracasar fácilmente, y las marcas desconocidas pueden dispararse, ¿por qué? La creatividad está ahí, pero por lo demás, era más o menos una apuesta.

- Ofrecer una experiencia dinámica frente a una estática, analizando las tendencias sobre qué impulsa el tiempo de permanencia y la satisfacción del cliente.
- Desarrollar un modelo de mitigación de riesgos para maximizar la probabilidad de éxito de las inversiones en hostelería y ocio.